Reducción de riesgos: Al evaluar y monitorear a tus socios, puedes identificar y mitigar riesgos antes de que ocurran accidentes. Un contratista sin capacitación o sin el equipo de protección adecuado es un peligro potencial.
Cumplimiento legal y normativo: En muchos países, la empresa principal es legalmente responsable de la seguridad de todas las personas que trabajan en sus instalaciones, incluyendo a los contratistas. Si un contratista sufre un accidente, tu empresa podría enfrentar multas, demandas y sanciones legales.
Protección de la reputación: Un incidente de seguridad grave que involucre a un contratista en tu sitio de trabajo puede dañar seriamente la imagen y la credibilidad de tu empresa. La gestión proactiva demuestra un compromiso genuino con la seguridad de todas las personas involucradas.
Eficiencia operativa: Los accidentes o interrupciones causados por problemas de seguridad de los proveedores pueden retrasar proyectos, dañar equipos y generar costos adicionales. Trabajar con socios que tienen un fuerte historial de seguridad mejora la eficiencia general.
Evaluación y selección de proveedores: Se revisa el historial de seguridad, las políticas y las certificaciones de los proveedores antes de la contratación. Las empresas deben asegurarse de que sus socios demuestren un compromiso con la seguridad equivalente al suyo.
Requisitos contractuales: Los contratos deben incluir cláusulas explícitas de seguridad que obliguen a los contratistas a seguir los protocolos de la empresa, usar el equipo de protección personal (EPP) adecuado y reportar incidentes de manera inmediata.
Formación y orientación: Los contratistas deben recibir una formación de seguridad completa adaptada a los riesgos específicos del lugar de trabajo.
Supervisión y auditoría: Se realizan inspecciones y auditorías regulares para verificar que los proveedores cumplen con los estándares de seguridad. Este monitoreo continuo permite identificar y corregir desviaciones.
Comunicación y colaboración: Mantener una comunicación abierta y fluida con los proveedores para compartir información sobre riesgos, lecciones aprendidas de incidentes y mejores prácticas. La colaboración es fundamental para construir una cultura de seguridad conjunta.
Norma ISO 45001: Este estándar internacional de sistemas de gestión de la seguridad y salud en el trabajo (SGSST) establece los requisitos para que las organizaciones evalúen y controlen sus riesgos de SSO. La norma incluye un apartado específico (cláusula 8.1.4) que se enfoca en la adquisición de productos y servicios, exigiendo a las empresas gestionar los riesgos de contratistas y proveedores.
Referencias bibliográficas:
Pupo, A. (2020). "La gestión de la seguridad en las cadenas de suministros como base para su sostenibilidad. Caso de estudio Materiales de la Construcción". Este estudio resalta la importancia de la seguridad en las cadenas de suministro para la sostenibilidad a largo plazo.
Molano Velandia, J. H., & Arévalo Pinilla, N. (2013). "De la salud ocupacional a la gestión de la seguridad y salud en el trabajo: más que semántica, una transformación del sistema general de riesgos laborales". Aborda la evolución conceptual de la seguridad en el trabajo y su integración en la gestión empresarial, que se extiende a la cadena de suministro.
Organización Internacional del Trabajo (OIT). Diversas publicaciones de la OIT, como el "Manual de seguridad y salud en el trabajo", ofrecen guías y principios para la protección de los trabajadores en todos los niveles, incluyendo aquellos en la cadena de suministro.
UN Global Compact. Las guías sobre "Cómo mejorar la seguridad y la salud en las cadenas de suministro globales" proporcionan un marco de referencia práctico para las empresas que operan a nivel internacional.
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